lunes, 3 de enero de 2011

Si te metes, no te mates

 

Si te metes, no te mates



Si te metes, no te mates

Domenico di Sette | analisis@arcol.org

 

 

"Si te metes, no te mates". Así reza un cartel al entrada de una "Narco sala", unos establecimientos instalados en la ciudad de Barcelona, cuyo objetivo es que los drogadictos puedan inyectarse sus dosis, evitando al mismo tiempo las muertes por infecciones de jeringas o sobredosis.

 

Siempre que hablamos de droga, lo hacemos  pensando en una  problemática lejana. Sin embargo, no es así.  Reino Unido, España y la República Checa son los países de la Unión Europea que más drogas consumen, especialmente "cannabis" y cocaína, debido, entre otros motivos, a su "mayor tradición  de vida nocturna".  Así lo afirma el jefe de la Unidad de Patrones de Consumo y Consecuencias del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT), el español Julián Vicente.

 

La drogadicción es una realidad  más grande de lo que parece. Los datos del informe OEDT señalan que en España, el 8,3 por ciento de adultos de entre 15 y 64 años tomaron alguna vez cocaína, es decir, más de 2,5 millones de habitantes en el País.

 

Estos datos son desconcertantes, sobre todo porque la mayoría de los que usan drogas son jóvenes.  A pesar de la crisis económica mundial,  el consumo de drogas aumenta incluso entre las personas de situación precaria. La "cannabis", que es la droga prohibida más popular en Europa cuesta entre los tres y diez euros por gramo (de resina). La cocaína, entre cincuenta y setenta euros el gramo. Como se puede ver,  la droga parece mucho más accesible, también en el precio, que muchos de los elementos primarios que necesita un hombre para sobrevivir.

 

Los casos de muerte por droga, son causados principalmente por infecciones o sobredosis. Las "Narco salas" instaladas en la ciudad de Barcelona quieren hacer frente a este drama de la sociedad.  En estas salas no se suministra la droga, pero si se proporcionan las jeringas nuevas y todo lo necesario para la preparación de la dosis.  En definitiva consiste en "picarse" bajo la supervisión de un experto, un enfermero o un educador dispuesto a intervenir en los casos en que sea necesario. La ocasión es aprovechada, también por algunos profesionales que se le acercan con una bebida caliente para hablar sobre la reinserción social.

 

Sin embargo las "narco salas", no son una verdadera solución al problema de la drogadicción. Sería como regalar cervezas gratuitas para acabar con el alcoholismo. Para solucionar el problema se necesita hacer ver que se puede vivir sin droga, y que se vive mejor. Es una realidad palpable, el rostro de tantos y tantas hermanos y hermanas que se ven afectadas en su calidad de vida, en la vinculación familiar, en las relaciones comunitarias, etc. Es un ejemplo palpable de ello que unos 2.000 niños nacen cada año en Chile con síndrome de alcoholismo o drogadicción fetal, dañados para toda la vida.

 

La droga, es una seguramente una llaga de la sociedad. Se pueden encontrar muchas causas, sin embargo, la más importante es porque falta esperanza. Falta esperanza en un futuro mejor, y por eso se quiere "aprovechar al máximo"  el momento  presente. Falta esperanza en que las cosas puedan mejorar. Falta esperanza en sí mismos. Es necesario recobrar confianza en nosotros mismos, saber que hay muchos males, pero hay mucho más bien en este mundo. Hay personas dispuestas a ayudarnos a salir de esta esclavitud. Con la droga se experimenta una sensación de bien por pequeños momentos. Sin droga  se experimente la libertad.

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